miércoles, 16 de marzo de 2016

Mi opinión :D

Bueno se supone que en este punto debo de dar mi opinión , la cual es que por un lado aunque me pareciera algo absurdo , pues al menos aprendí como crear un blog (obviamente me ayudaron, porque yo soy un desastre, XD ) bueno como sea , volviendo al tema pues me pareció interesante, ya que al menos en este blog tengo los temas requeridos, y realmente solo hice este blog ya que era una tarea de mi clase de Historia . de ser así creo que habría muy pocas proclividades de hacerlo por mi cuenta . pero de todas formas, como esta puesto para todo el publico al menos esta información le cervina a otras personas . 
y bueno creo que ese es todo lo que entra en mi comentario.
Y una vez mas , si la información en este blog de casualidad le sirvió a alguien ,me alegra, ahora si sayonara ...




Efectos del imperialismo en México y América latina

Efectos del imperialismo en México y América latina


El período que media entre 1823 y 1898, en lo que compete a la historia de las relaciones de las potencias capitalistas con América Latina, es portador de un conjunto de años realmente problemático, ambiguo y conflictivo. , el final de las guerras napoleónicas posibilitó una re definición a fondo de la cartografía imperial de antiguo régimen y estableció una nueva jerarquía en la estructura internacional de poder, en la cual sobresaldría notablemente el Reino Unido y todas sus dependencias, tanto formales como informales. (Esta cuestión del imperialismo formal e informal, tema de reflexión y discusión historio gráfica profunda en el medio académico británico, durante los años sesenta y setenta del siglo XX, como ya se ha visto en ensayos anteriores, provocó algunas discusiones teóricas y metodológicas igualmente importantes sobre los distintos procedimientos que debería seguir la investigación y estudio del imperialismo entre historiadores, sociólogos y economistas; pero además introdujo un sesgo temático y documental que atemperó por un tiempo las implicaciones políticas más radicales sobre el estudio de las acciones del imperio británico, particularmente, en América Latina). La mayor parte de los analistas más críticos de estos asuntos, inspirados de alguna u otra forma por las lecturas leninistas de Marx sobre la internacionalización del capital, vieron la caída del imperio español en América Latina como un preludio de la llegada del imperialismo inglés. Asimismo, otros escritores consideran el deterioro de la influencia británica en la región, hacia finales del siglo XIX y principios del XX, como la antesala de la llegada del imperialismo norteamericano. En ciertas circunstancias, organizaciones comerciales y sociedades misioneras podían acordar y sostener la autoridad imperial. No obstante, el manejo de un imperio global requería de una red de instituciones gubernamentales en casa y en ultramar, así como de canales burocráticos para instrumentar las directivas metropolitanas y las exigencias coloniales”. La complejidad del aparato institucional y de la red de relaciones internacionales diseñadas por la Corona Británica, después del cierre de las guerras napoleónicas en 1815, estaría en relación directa con su capacidad para establecer un colonialismo formal, al mismo tiempo que se servía de consignatarios locales donde aquel tuviera lugar. Nunca el colonialismo, o las distintas formas de imperialismo, han cristalizado sin la cohabitación con funcionarios, políticos y empresarios de los países que han sido afectados por sus acciones. Los pronósticos resultaron acertados en cuanto a que las pretensiones de Alemania, Francia y otros poderes emergentes, durante la primera parte del siglo siguiente, se encontrarían con la prepotencia y la avaricia británicas en el camino. Sin embargo, el libre comercio y el colonialismo serían, finalmente, los principios que regirían la política exterior británica. Tales principios representarían una nueva etapa en el desarrollo de la economía política internacional, apuntalada por tres ingredientes históricos esenciales en el despegue del imperio británico. Este temprano antecedente de la Doctrina Monroe establece con precisión cuáles eran los designios concretos que el gobierno de los Estados Unidos pretendía llevar a cabo, una vez que las colonias españolas alcanzaran algún grado de independencia. Entre las ocupaciones británicas del Río de la Plata en 1806-180713 y la invasión francesa de México en 1864, las potencias europeas encabezadas por Gran Bretaña trataron de establecer unas relaciones diplomáticas, financieras y comerciales con América Latina, en las cuales la tirantez con los Estados Unidos, no dejara sitio para las dudas respecto a la clase de imperialismo que pretendían practicar. La rivalidad entre europeos y norteamericanos en estos años sobre América Latina, tiene esencialmente como acicate a la expansión capitalista, con la cual se entiende que el consumo y las posibilidades de inversión privada directa, facilitarían un mayor crecimiento de las alternativas políticas de los imperios en la región. El progreso que experimentara América Latina, a partir de la séptima década del siglo XVIII, cuando el libre comercio fue posible por primera vez con la metrópoli española, en relativas condiciones de igualdad, cristalizó de manera más vigorosa después de la emancipación, pues ésta levantó los últimos obstáculos que las otras potencias europeas habían encontrado, para realizar libremente sus negocios con gobiernos y empresarios latinoamericanos. La alianza de la que nos habla Carmagnani, rápidamente mencionada arriba, suponía, necesariamente, una serie de acuerdos entre imperios para repartirse hombres, mercados y mercancías en América Latina y el Caribe. La emancipación de estos países no iría a darse sin dificultades, como bien lo ejemplifican los casos más extremos de Cuba y Filipinas. Entre 1804 y 1814 los británicos se vieron obligados a desarrollar una política exterior hacia Europa, América y España que se bamboleaba según el ir y venir de las tropas napoleónicas. Desde Pitt hasta Castlereagh, uno de los políticos más eminentes del siglo XIX, y posiblemente el verdadero arquitecto de la Alianza Europea, la Corona Británica y la comunidad mercantil en ese país, sólo acataron a ver en América Latina y el Caribe mercados potenciales y centros de abastecimiento de materias primas. En esta parte del mundo sólo vieron “colonias españolas”; y los héroes y patriotas, luchadores por la independencia de estos países, eran solamente los “insurgentes”, un mote que Francisco de Miranda (1750-1816), Simón Bolívar (1783-1830), José de San Martín (1778-1850) o el mismo José Martí (1853-1895) nunca portaron con vergüenza.De tal manera que, una vez derrotado Napoleón, al Ministro Castlereagh sólo le preocupó que las colonias españolas no cayeran en manos de potencias hostiles, se tratara de Francia o de los Estados Unidos, pues debía asegurarle a la comunidad mercantil inglesa unos mercados y una población consumidora ávida de sus manufacturas. En las idas y venidas de los agentes de Castlereagh por los palacios de los monarcas europeos que llegarían a ser sus aliados más conspicuos, el Zar Alejandro I de Rusia, el Kaiser Federico Guillermo II de Prusia, y el Príncipe Metternich de Austria, así como en las conversaciones y acciones que condujeron a la creación de la Alianza Europea o Santa Alianza (en el Congreso de Viena de 1815 y sus distintos protocolos posteriores hasta 1822), jamás consideraron de manera profunda y detenida un tema que era de enorme relevancia para la Corona Británica, la principal protagonista en este re diseño del mapa europeo, que permanecería casi intacto hasta la Primera Guerra Mundial (1914-1918): nos referimos al futuro de las colonias españolas, una vez obtenida su liberación política.


Cuestionario de antecedentes de la 1er guerra mundial

Cuestionario de antecedentes de la 1er guerra mundial

1.- Agosto 1914 – febrero 1918
La paz armada con su complicada red de alianzas sufrió una fuerte sacudida con el asesinato de Francisco Fernando el 28 de Julio de 1914.
2.- ¿Quién fue parte del primer enfrentamiento?
R= Austria con el respaldo de Alemania contra Serbia con el respaldo de Rusia.
3.- ¿Por qué era importante obtener terreno?
R= para emprender el dominio al igual que podía obtener mas materia prima y podía establecer campamentos
4.- ¿Cuáles son las batallas más importantes?
R= guerra de posiciones y guerra de trincheras
5.- ¿Estados Unidos que intervención tuvo?
R=ataca después del hundimiento del Lusitania
6.- ¿Qué conllevo la separación de militares?
R= la mala organicismo de los ataques

La crisis de 1873

La crisis de 1873
En 1873 se producirá la primera gran crisis del sistema capitalista de la historia, no será (como se creía en la época) un crisis al uso, de corta duración y sin graves consecuencias; será un cataclismo de niveles exagerados, que afectó a todo el mundo industrializado. Dos factores confluyen para desencadenar tal desastre; por un lado la introducción de las máquinas de vapor,  así como la exportación de materiales y diversos productos agrícolas desde el continente americano al europeo. Como segundo factor habría que destacar el crack bursátil de Viena (1873), cuyas consecuencias serían la quiebra de bancos y cierre de empresas. Si sumamos la crisis del medio rural, la crisis industrial y el consecuente cierre de empresas; nos encontramos entonces frente a una catástrofe épica, creciendo los niveles de paro y desempleo hasta límites desconocidos en la época.

Las empresas empezarán a crear cárteles, holdings y trusts; monopolios para tratar de eliminar la competencia sobre determinados productos y protegerse así (a ellos mismos, no al consumidor) de posibles problemas futuros. Esta crisis irá atenuándose hacia principios de la última década del siglo XIX debido a la aparición de nuevas fuentes de energía, la nueva forma de organización industrial ya citada, y en algunos casos por el imperialismo feroz.


Mapa del reparto de Asia de 1914


Mapa de la triple alianza y la triple entente


El imperialismo del siglo XIX

El imperialismo del siglo XIX
Durante el siglo XIX, a medida que progresaba la expansión colonial, se produjeron disputas entre las potencias imperialistas en su intento por controlar territorial, política y militarmente amplias áreas de África, Asia y Oceanía. Con la pretensión de evitar esos conflictos en 1884 se reunieron en Berlín los representantes de 12 estados europeos más los de Estados Unidos y Turquía para concretar sus respectivas posiciones en el reparto de África. Tras la reunión subyacía la pretensión del canciller Bismarck de hacer de Alemania una potencia imperialista. Alemania había llegado con retraso al reparto colonial y deseaba ostentar una posición internacional acorde a su potencial económico y político. También fueron tratados otros asuntos como el aseguramiento del Congo belga bajo el dominio personal del rey Leopoldo II o la resolución de las tensiones originadas por las coincidentes aspiraciones de Francia y Gran Bretaña sobre Egipto.
En el Congreso de Berlín se adoptaron las siguientes resoluciones:
*    Se reconocía a Leopoldo II el dominio exclusivo del Congo belga
*    Gran Bretaña y Francia habían de resolver por sí mismas sus diferencias.
*    Se determinó que aquella potencia que controlara el litoral de un territorio ostentaría de hecho la autoridad sobre el interior del mismo.

El Congreso o Conferencia de Berlín se ciñó exclusivamente a los asuntos concernientes al continente africano, dejó de lado las restantes zonas de proyección imperialista. A pesar de los intentos por canalizar pacíficamente el proceso imperialista, los enfrentamientos se agudizaron en la primera década del siglo XX, constituyendo la antesala de la I Guerra Mundial.



La conferencia de Berlin

La conferencia de Berlín
La Conferencia de Berlín, celebrada entre el 15 de noviembre de 1884 y 26 de enero de 1885 en la ciudad de Berlín fue convocada por Portugal y organizada por el Canciller de Alemania, Otto von Bismarck.
Catorce Estados fueron representados: El Imperio Alemán, el Imperio Austro húngaro, Bélgica, Dinamarca, el Imperio Otomano, España, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Países Bajos, Portugal, Rusia y Suecia. El proceso de colonización se realizó siguiendo las grandes vías fluviales, como los territorios del Níger, que fueron explorados entre los años 1788 y 1830; la cuenca del Nilo y la región de los Grandes Lagos Africanos, entre 1854 y 1859; el Zambeze, entre 1841 y 1873.

Así, la costa mediterránea africana quedó en manos de Francia y el Reino Unido; la costa oriental se dividió entre los alemanes al sur y los británicos al norte. La costa occidental quedó en poder de los belgas, franceses y británicos. Los italianos consiguieron Somalia y los portugueses, Angola y Mozambique. Sin embargo, pronto estallaron conflictos por la posesión de las zonas más estratégicas o más ricas, como en el caso de Túnez, Egipto y Marruecos.


mapa del reparto de África de 1914


Resumen de la primer guerra mundial

Resumen de la primer guerra mundial

Entre 1914 y 1918 se desarrolló en Europa el mayor conflicto hasta entonces conocido. Motivada por conflictos imperialistas entre las potencias europeas, la "gran guerra", como se denominó originalmente a la Primera guerra mundial, implicó a toda la población de los estados beligerantes, así como a la de sus colonias respectivas. Rusia ordenó la movilización de sus ejércitos contra Austria, por simpatía con sus hermanos eslavos. Alemania, aliada del imperio austro-húngaro, concentró el máximo de fuerzas disponibles para lograr rápidamente una victoria sobre Francia y permitir con ello dirigirse contra Rusia. Los alemanes iniciaron su ofensiva occidental con la toma de  Lieja el 16 de agosto de 1914. El 20 de agosto de ese año entraron en Bruselas. La defensa francesa fue arrollada, pero en septiembre, cuando la balanza parecía inclinarse del lado alemán, el ejército francés consiguió rechazar la ofensiva alemana en la primera batalla del Marne.. En el frente oriental, el ejército ruso se dirigió al este de Prusia, donde derrotaron al ejército austriaco. Los generales alemanes Paul von Hindenburg y Erich Ludendorff lograron sin embargo una gran victoria sobre el ejército ruso en las batallas de Tannenberg (26 de agosto de 1914) y de los lagos Masurianos (febrero de 1915). Rusia dirigió entonces una operación masiva contra Silicia. En el ataque a las islas Falkland (Reino Unido), efectuado el 8 de diciembre de 1914, los alemanes sufrieron una terrible derrota que supuso el principio del fin de sus operaciones en alta mar. Inició entonces el Segundo Reich alemán una campaña de bloqueo comercial submarino que conmovió a la opinión mundial cuando, el 7 de mayo de 1915, fue hundido el trasatlántico británico "Lusitania", con dos mil pasajeros a bordo. A comienzos de 1915, los rusos, amenazados por los turcos en el Caucáseo, pidieron a los británicos una acción rápida contra Turquía. En el Reino Unido, y poco después en Francia, se aprobó el plan de ataque de Winston Churchill. En febrero, una expedición naval tomó las fortalezas situadas en la entrada de los Dardanios. Sin embargo, los turcos resistieron en el interior, con lo que también aquí se estabilizó el frente. Los alemanes se mantuvieron en general a la defensiva en el frente occidental y concentraron sus esfuerzos contra los rusos, a quienes derrotaron rompiendo su frente y obligándoos a retirarse en una línea.. 1915, Italia declaró la guerra a Austria. El avance italiano hacia el este pronto fue detenido, lo que supuso el inicio de una guerra de trincheras en torno al río Isonzo. Durante el invierno de 1915 y 1916, Alemania dirigió su acción contra Francia en una ofensiva  que se inició el 21 de febrero de 1916 en Verdún, cuya defensa fue confiada al general francés Philippe Pétain. En el verano de 1916 tuvo también lugar la confrontación entre la flota alemana y la británica en la batalla naval de Jutlandia, en el mar del Norte, que ambos contendientes consideraron como una victoria. En el frente oriental, en 1916, los rusos iniciaron una importante operación de ataque que tuvo como resultado indirecto la entrada de Rumanía en la guerra a favor de los aliados. El hundimiento de tres barcos mercantes estadounidenses por los submarinos alemanes provocó la declaración de guerra de los Estados Unidos a Alemania el 6 de abril de 1917. En el frente occidental, los británicos iniciaron de junio a diciembre de 1917 una ofensiva en Flandes. En el frente occidental, de marzo a septiembre de 1918, el mayor problema de los aliados era cómo defenderse de una inminente ofensiva alemana antes de la llegada de refuerzos de los Estados Unidos. En todos los demás frentes, los aliados iniciaron ofensivas que contribuyeron a minar las fuerzas alemanas y austro-húngaras. En Italia, las fuerzas austriacas se amotinaron a fines de octubre de 1918, y el alto mando ordenó la retirada general.  El 3 de octubre de 1918, el canciller alemán, el príncipe Maximiliano de Badén, envió una nota a Wilson en la que pedía el armisticio y el establecimiento de negociaciones de paz. El 27 de octubre, Alemania consintió en aceptar las condiciones de Wilson para la tregua. El 9 de noviembre, Guillermo II renunció al poder al tiempo que se producía en  Alemania una revolución proletaria que sería finalmente sofocada por grupos contrarrevolucionarios y militares. En Europa comenzaron los preparativos para la conferencia de paz de Versalles.